San Ildefonso de Toledo
«Por esto yo soy tu siervo, porque mi Señor es tu Hijo. Por eso tú eres mi Señora, porque eres esclava de mi Señor. Por esto yo soy esclavo de la esclava de mi Señor, porque tú, mi Señora, has sido hecha Madre de mi Señor. Por esto yo he sido hecho tu esclavo, porque tú has sido hecha Madre de mi Hacedor».
San Ildefonso nació en Toledo (España). Fue un gran defensor de la Perpetua Virginidad de María y estudió en Sevilla como discípulo de San Isidoro. Después entró a la vida monástica y fue elegido abad de Agalia, cerca de Toledo. Fue elegido arzobispo de Toledo en 657. Escribió muchas obras importantes y unificó la liturgia en España.
Recibió la dicha de una aparición de la Virgen Santísima, que le regaló una casulla, diciendo: "Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla, la cual te envía mi Hijo de su tesorería". Este evento aparece documentado en el “Acta Sanctorum” como “El Descendimiento de la Santísima Virgen,” y la piedra donde la Virgen puso sus pies se conserva hasta hoy en la catedral de Toledo.